n alebrije nace de los sueños y la imaginación; y es traído al mundo de lo tangible por el oficio y trabajo del artista”.
La inspiración se encuentra en muchos lugares: algunos al estar al aire libre, otros al visitar un museo, y otros la encuentran en el misticismo de la cultura mexicana.
En el caso de Alebrije Estudios, esto sirvió como detonante para crear una empresa llena de imaginación. David Dávila, Ingeniero en Mecatrónica del Tec de Monterrey y fundador de Alebrije nos cuenta: “ El sueño de un artesano y de un programador, es el mismo. Llevar a cabo y crear un sueño, llevarlo a la realidad. No fue de manera consciente el empezar a crear contenido propio basado en la cultura mexicana, es parte de la inspiración que hemos tenido. Fue a manera de tributo y reflejo de la inspiración cultural con la que hemos crecido.”.
En sus inicios, la empresa estaba enfocada sólamente a videojuegos.
Uno de sus mayores logros, es crear contenido propio dentro de esta área. Alebrije ha dado el valor a la industria de videojuegos sumándose a crear propiedad intelectual, sin embargo esto significó el superar el mayor reto de todos: la parte comercial. David relata: “Nos gusta crear, y tenemos las habilidades para crear y un excelente equipo. Lo que siempre quisimos fue crear un videojuego, disfrutamos mucho el proceso. El reto más grande fue lograr el éxito comercial. Varios se llevaron premios de videojuegos independientes, en México, Estados Unidos, Sudamérica, Asia … el reto que tenemos por alcanzar es ese, sacar un videojuego que tenga éxito comercial y una presencia de lo que alcanzado antes.”
Actualmente, no sólo sus servicios abarcan el área de videojuegos. Alebrije es una empresa con especialidad en desarrollo de software, creación de aplicaciones, diseño web y arte digital. Uno de sus servicios más nuevos (y favoritos de sus clientes), son las mentorías especializadas en procesos de digitalización e innovación tecnológica.
“Las mentorías empezaron a nivel personal, no era parte del portafolio. En el caso de Alebrije, cuando empezamos en el 2007 con la empresa, nosotros ganamos una beca de la incubadora hasta fundar la empresa. Tuvimos asesoría especializada, sin duda el mayor impacto que tuvimos fue nuestro mentor en la incubadora. Nos ayudó y enseñó de manera desinteresada en hacernos crecer. A mí a nivel personal, me ayudó a seguir su ejemplo, alguien que me ayudó bastante hace 12 años, y ahí fue un poco el interés por hacerlo.En Alebrije, aunque no lo poníamos como parte de servicios realmente estaba presente en la cultura de trabajo. Procurábamos dar ese servicio adicional, donde nosotros como expertos en tecnología, asesorando y capacitando a nuestros clientes, como valor agregado en nuestra manera de trabajar. Hace 4 años formalizamos las mentorías como servicios. Nosotros conocemos las metodologías y nos adaptamos sobre la necesidad del cliente. Yo lo vería más como “como tienes una idea y lo aterrizas en un producto”. Eso es antes de cotizar, de hacer algo… las mentorías abarcan todo lo que involucra un proyecto tecnológico: innovación, tecnología y proceso de negocios. Es muy flexible, no existe un manual de mentoría, se calendarizan sesiones de 2 a 4 horas, y dependiendo del proyecto y presupuesto, son los workshops y tipo de actividades que llevamos a cabo.
Profesionalmente David Dávila cuenta con 2 años siendo uno de los mejores mentores de la Incubadora ITESM del Tec de Monterrey compartiendo su conocimiento y formando a profesionistas expertos en la industria creativa e interactiva.